La familia: primer escuela emocional de los niños. (Segunda parte)
Conciencia emocional y regulación
Desarrollar la conciencia emocional es el primer paso para poder mejorar nuestra inteligencia emocional. ¿Qué significa esto de conciencia emocional?
Conciencia es esta capacidad de RE-CONOCER, de aceptar. Para reconocer implica que las personas tengan esta capacidad auto-vigilar lo que sienten, piensan y actúan. La conciencia emocional es un medidor de como esta nuestra salud emocional y consiste en reconocer las emociones y poder gestionarlas. Esto en realidad es muy complicado.No solo basta con reconocer las emociones y sensaciones corporales sino regularlas. Este paso es difícil.
La inteligencia emocional es un aprendizaje. Como aprendizaje siempre necesitaremos de un Otro que nos las enseñe. ¿Quién es ese Otro? Nuestros padre principalmente. Existe un proceso que va de la heterorregulación a la autorregulación. ¿Qué quiere decir esto? Simple. Para que el niño pueda autorregularse necesita unos padres que lo regulen, y que estos padres tengan la capacidad de autorregularse también, sino esto es imposible. Esto se pone complejo.
Pongamos un ejemplo: Imagínate un niño que rompe en rabia cada vez que pide algo en la tienda y no se lo compran. Hemos vista esta escena muchas veces ¿Verdad? ¿Cuál es la reacción de los padres? Comprarle el juguete, gritarles, pegarles, dejarlos llorar, etc. Seguramente han escuchado un dicho de que los hijos son el reflejo de los padres. Y creo que es verdad. Para enseñarle a los hijos a regular una emoción como el enojo le sueltan un discurso de media hora, recriminando el por que de su comportamiento. Como por si decirles una vez que no haga pataletas, lo van a dejar de hacer para siempre. El primer paso para enseñar a nuestro hijos a autorregularse, no es aprender a dar discursos, sino que ellos tienen que ver que somos capaces de enojarnos y de no explotar, de estar tristes y hacernos cargo de ella, de estar confundidos y buscar ayuda. Nuestros hijos tienen que ver en nosotros esas capacidades para poder regular a nuestros hijos con coherencia.
El segundo paso es el de ensañar. Le tengo que enseñar el proceso para gestionar el enojo, la tristeza, la duda, la culpa, etc. Y seamos honestos ¿Quién realmente sabe gestionar en su totalidad todas estas emociones? Es un trabajo de años. Muchos padres, cuando quieren llevar a sus hijos al psicólogo, no quieren ser parte del proceso terapéutico. Es un "cámbialo a el, yo estoy bien", "yo no necesito". Que falsedad. Son los padres los que deben asumir la responsabilidad emocional de sus hijos. Es como decirles "Ahora me hago cargo de ti para que puedas aprender a como hacerte cargo de ti.
El tercer paso sería que los niños y ya adolescentes asuman su responsabilidad en gestionar sus emociones. Es decir, una vez enseñado ser cocientes de sus emociones y habiendo heterorregulado, que el niños sea capaz de autorregularse y que lo ponga en práctica. Este es un trabajo de años. Ir a terapia ayudara, con la advertencia que mayor trabajo es de los padres.
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